martes, 28 de abril de 2015


"Era, por lo demás, uno de esos que prefieren asistir a su propia vida y consideran improcedente cualquier aspiración a vivirla. (...) Son personas que contemplan su destino de la misma forma en que la mayoría acostumbra a contemplar un día de lluvia."

Alessandro Baricco, Seda


miércoles, 22 de abril de 2015

Problemas de geografía personal


Nunca sé despedirme de ti, siempre me quedo
con el frío de alguna palabra que no he dicho,
con un malentendido que temer,
ese hueco de torpe inexistencia
que a veces, gota a gota, se convierte
en desesperación.
Nunca se despedirme de ti, porque no soy
el viajero que cruza por la gente,
el que va de aeropuerto en aeropuerto
o el que mira los coches, en dirección contraria,
corriendo a la ciudad
en la que acabas de quedarte.
Nunca sé despedirme, porque soy
un ciego que tantea por el túnel
de tu mano y tus labios cuando dicen adiós,
un ciego que tropieza con los malentendidos
y con esas palabras
que no saben pronunciar.
Extrañado de amor,
nunca puedo alejarme de todo lo que eres.
En un hueco de torpe inexistencia,
me voy de mí
camino a la nada.
                                                   Luis García Montero, Los días

jueves, 9 de abril de 2015

Vibran los segundos al borde de mis párpados, cristalizo en los semáforos de Ronda de Valencia, regalo marranadas a los taxistas de Atocha mientras Julia araña la puerta del coche como mis niños los minutos del recreo. La mañana huele a pompas de sudor púber y plastidécor, a los besos a saldo en el pasillo de 2º B. 
La tarde resbala y rumia una imparable lesión cervical y el tema 45, lírica culta y lírica popular en el siglo XV, los cancioneros, Jorge Manrique, el romancero; el congreso de Semiosferas y la puta tesis y yo me cago en Fer y en sus promesas de que llegará un apocalipsis dorado al filo de la tercera Grand Cru.
Estrangulada por las 19.54 me sé ya incapaz de articular la vida. Y me brota el futuro como una roca de un charco de petróleo, asomándose hipnóticamente la certeza del dolor que prosigue a mi próximo naufragio. Me estalla la vida adulta a quemarropa, bajo unas nubes primíparas que se empeñan en repudiar la primavera.



miércoles, 8 de abril de 2015

Reestreno


Pudiera ser
que aquí llegara yo
--en todo mi teatro--
con el libro indeciso de los gestos
que la noche nos busca
y la tranquilidad
de ser desconocidos
entre focos que alumbran
esta ciencia ficción de nuestra vida.

Pudiera ser
que aquí llegara hoy
sin creerme la historia que aprendimos
y trajera delirios
o canciones antiguas,
caballos de cartón
para seguirte, periódicos y anuncios
donde buscar tu nombre.
Pudiera ser también que nos extrañe
la ilusión que supuso saber desconocernos,
hasta llegar aquí,
fingidos en la voz, desdibujados,
como suenan los pasos de la soledad
en los cines vacíos de reestreno.

Sólo busco esta noche
lo que tus ojos buscan
cuando el placer nos cerca,
sólo entiendo el asedio de tus brazos
que no tienen pasado,
aunque tus cuerpos son
el escenario
donde mis manos miran la soledad perdida,

y hoy
todo sigue encendido como entonces,
por que sólo nos queda
                                  salir a saludar.

Crucemos los papeles que nos llevan
a la orilla del gozo y la ginebra,
sembremos con carteles nuestra piel
anunciando el horario
y las funciones,
el precio de la vida y sus manías,
los límites precisos de la escena.

Este mundo no es sueño como dicen
figuras de papel,
caballos de cartón desdibujados.

            
                                                                          Luis García Montero